Ángel ya puede hacer sus terapias en casa

Ángel ya puede hacer sus terapias en casa

Gracias a la iniciativa 100 mil pisos para jugar, Diana cuenta ahora con un piso de concreto y puede brindarle a su hijo el cuidado que necesita en un entorno limpio y seguro.

Cada vez que Diana llevaba a su hijo Ángel a terapia, era una odisea. Cargar con el niño de cuatro años, la silla de ruedas y sus cosas siempre complicaba el viaje y el taxi les cobraba más. Una vecina, al enterarse, les regaló una alfombra de hule para que Ángel pudiera hacer ejercicios en casa, pero el suelo de tierra la ensuciaba, lo cual lo exponía a bacterias.

“Lo que hacía era lavarla bien con detergente, cloro, secarla al sol y luego ponerla para poder hacer todos los ejercicios con mi niño, de los brazos, piernas, movilidad, más que todo, porque él tiene retraso psicomotor, entonces esto hay que hacerlo diario”, comentó Diana. 

La principal preocupación de la madre era que Ángel también es propenso a sufrir asma y neumonía. Por un lado, se ahorraba el viaje y el estrés de ir a terapia y, por otro, vivía con el temor y el cuido extremo por las enfermedades respiratorias. 

La historia cambió cuando Hábitat Nicaragua y el Instituto de Promoción Humana (Inprhu-Estelí), su socio local, visitaron a la familia y les invitaron a formar parte de la iniciativa 100 mil pisos para jugar que Hábitat para la Humanidad y la Federación Interamericana del Cemento (Ficem) están ejecutando en todo América Latina. 

La familia de Ángel vive en el barrio Leonel Rugama de Estelí y fue una de las trescientas seleccionadas por Hábitat Nicaragua para recibir un piso de concreto. Esta iniciativa busca mejorar la salud y calidad de vida de familias con miembros con discapacidad o enfermedades crónicas

En la vivienda de Diana y de Ángel, se construyó el piso de concreto en la sala y cuarto, además de una rampa que facilita su movilización. “Antes había una grada y me costaba sacarlo, porque la silla de ruedas se dañó y había que hacerlo en este coche; ahora es más fácil llevarlo al parque”, nos cuenta Diana. 

Madre soltera de dos menores, Diana no puede trabajar fuera de casa debido a los cuidados que Ángel requiere. El padre, que tiene una discapacidad visual, trabaja y les brinda una pensión mensual. Ese es el único ingreso de la familia, por lo que invertir en mejoras del hogar les resultaba imposible.

“Estoy muy agradecida con Dios y con ustedes, porque ahora puedo hacerle las terapias a mi niño en la casa, en un sitio limpio”
— Diana, madre de Ángel, Nicaragua.

“Estoy muy agradecida con Dios y con ustedes, porque ahora puedo hacerle las terapias a mi niño en la casa, en un sitio limpio, donde ya no está expuesto al polvo y así no me la dará asma, ni neumonía. Ya la terapeuta vino a la casa y me dijo que lo haga en el cuarto, antes para mí eso hubiera sido imposible”, afirma Diana. 

Hábitat Nicaragua tiene por meta construir 2000 pisos de concreto para el 2028 y cuenta con el apoyo de Holcim Nicaragua, quien abrió sus puertas desde el momento en que se les presentó la iniciativa. Únete a Hábitat para ser parte del cambio en la vida de familias como la de Diana y Ángel.

©Hábitat para la Humanidad Nicaragua/Jessly Obando

La familia de Ángel (4) se unió a Hábitat Nicaragua para cambiar su piso de tierra por uno de concreto y realizar la terapia física que requiere por su discapacidad motora en un espacio saludable.

©Hábitat para la Humanidad Nicaragua/Jessly Obando