Los desastres sí se pueden reducir
Por Jaime Mok, Gerente de Reducción del Riesgo y Respuesta a Desastres de HPHI-LAC
San José, Costa Rica, 10 de octubre 2014 - Familias sin vivienda a causa de desastres, así como refugiados y desplazados por conflictos y guerras, se enfrentan a futuros inciertos, muchas veces con necesidades apremiantes de alojamiento mientras luchan por reconstruir sus vidas.
En el marco del Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres (13 de octubre), Hábitat para la Humanidad Internacional reconoce la necesidad de proporcionar albergue y soluciones de vivienda para ayudar a estas familias a recuperarse.
A nivel global, Hábitat trabaja en la reducción de riesgos y en la respuesta a desastres, desarrollando iniciativas de mitigación, preparación y asistencia de vivienda orientada a la recuperación a largo plazo, con énfasis en las necesidades de vivienda que surgen a raíz de desastres por amenazas naturales y de las emergencias humanitarias ante conflictos.
En América Latina y el Caribe, se desarrollan actualmente dos proyectos de reducción de riesgos financiados por la Unión Europea.
República Dominicana: Alertar, Informar e Incluir
Bajo el consorcio conformado por Plan International, Oxfam y Hábitat para la Humanidad República Dominicana, culminó un proyecto que busca fortalecer la resiliencia comunitaria en las áreas expuestas a desastres, a la vez que se garantiza la inclusión de los grupos vulnerables.
Este proyecto financiado por la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (DG-ECHO) permitió que las familias de 5 comunidades en la provincia de Azua cuenten con un sistema de alerta temprana, mejorando su capacidad de preparación y comunicación ante las inundaciones.
“Además de promover que los albañiles y maestros de obra cuenten con una capacitación en construcción segura, el proyecto ha jugado un rol clave de acompañamiento para mejorar la seguridad de la población escolar en 8 escuelas de Azua”, señaló Nadia Tejeda, gerente de Programas de Hábitat Dominicana.
El consorcio logró promover la herramienta Índice de Seguridad de Centros Educativos (ISCERD), en coordinación con el Programa de Gestión de Riesgos del Ministerio de Educación, la cual permite la evaluación de las condiciones de seguridad de las escuelas y que, a partir de sus resultados, se tracen planes de medidas correctivas con el fin de reducir el impacto de los desastres.
Antonio Segura, alcalde de la localidad de Puerto Viejo, resaltó las características de esta innovación: “Lo que más me gusta del albergue móvil, es lo práctico y seguro que es. El hecho que se puede armar y desarmar en pocas horas, y que sea seguro y bien estructurado es algo fuera de serie”.
Argentina, reducción de riesgos y vivienda
Una consulta realizada a 220 personas en 9 comunidades vulnerables y expuestas a amenazas en Argentina, evidenció, además de limitados avances en la implementación de políticas de gestión de riesgo a nivel comunitario, que la principal necesidad es el acceso a la vivienda adecuada.
Ocho de cada diez personas entrevistadas han sufrido del impacto de los desastres en sus comunidades, según reveló el proyecto “Perspectivas en la Implementación del Marco de Acción de Hyogo en Sudamérica”, liderado en el país por Hábitat Argentina y financiado por DG-ECHO.
Las inundaciones, la contaminación provocada por la basura y las tormentas eléctricas son las amenazas más importantes identificadas por la población; sin embargo, también existe un llamado a priorizar el impacto de amenazas sociales tales como la inseguridad ciudadana, el crimen, la violencia y la adicción a las drogas, las cuales debilitan la construcción del hábitat y de la resiliencia comunitaria.
Ariel Sosa, coordinador de Programas de Hábitat Argentina señaló: “Para nosotros que trabajamos por mejorar el acceso a la vivienda adecuada y el desarrollo de las comunidades, es claro que para que un desastre no vuelva a impactar de tal forma un asentamiento informal, hace falta que personas de bajos ingresos vivan en terrenos seguros y en viviendas resistentes”.