Migración e integración
Por Estefanía Ramírez
Politóloga Universidad de Costa Rica
La migración es un fenómeno global que ha existido a lo largo de toda la historia de la humanidad, flujos de personas que se movilizan en busca de una vida mejor o de oportunidades económicas favorables, entre otros factores.
Es necesario que los países receptores de este flujo de personas, en la medida de lo posible, desarrollen políticas de integración para la población migrante que les provea el acceso a garantías básicas como lo es el acceso a una vivienda adecuada. Hay que recordar que la mayoría de personas que migran no lo hacen porque quieran, son muy pocos los que dejan su país por gusto.
Según datos de ONU Hábitat se estima que, en 2010, más de 30 millones de ciudadanos latinoamericanos y caribeños (5,2%) residían fuera de su país de origen, tanto dentro de la región como en el exterior. De acuerdo con la Universidad de Catalunya gran parte de la población migrante (población de baja escolaridad) es considerada como mano de obra barata por el hecho de que sus patrones se aprovechan de su condición de indocumentados, así como que la mayoría de estos trabajos son muchas veces informales: albañiles, empleadas domésticas, fábricas, etc.
Es importante que como parte de una política de migración existan programas de parte de los países receptores para guiar al migrante al momento de su llegada y ayudarlo a integrarse. La mayoría de inmigrantes llegan a un nuevo país enfrentando una serie de desafíos que van desde el simple hecho de encontrar trabajo, no hablar el idioma (caso de la migración a Estados Unidos) a buscar un lugar donde vivir. Los migrantes de baja escolaridad afrontan una situación habitacional difícil, muchas veces deben vivir en lugares inadecuados, hacinados con otros migrantes y pagando rentas muy por encima del precio justo.
Es una realidad que gran parte de los migrantes viven en lugares marginales con altos índices de criminalidad y poca seguridad social. Ejemplo de esto es el caso de los migrantes nicaragüenses en Costa Rica, según datos del informe nacional 2011 “Migración e Integración en Costa Rica” un 7.9% de los hogares con jefe nicaragüense habitan en condiciones precarias y un 7.10% en tugurios mientras que estos números para familias costarricenses son de 1.5% y 1.2% respectivamente.
Por lo tanto se deben promover iniciativas que de alguna manera garanticen a las personas migrantes el acceso, en la medida de lo posible, a las mismas oportunidades que los habitantes “nacionales”.
“ninguna nación sobre la tierra puede reclamar haber vivido siempre en el mismo lugar y, más allá de alegatos de pureza étnica, toda sociedad es resultado de la mezcla de muchas generaciones de migrantes(Stalker, 2001).”
Acerca de Hábitat para la Humanidad
La visión de Hábitat para la Humanidad Internacional es un mundo donde todas las personas tengan un lugar adecuado donde vivir. Aferrada a la convicción de que las viviendas seguras y asequibles son una base crucial para romper el ciclo de la pobreza, Hábitat ha apoyado a más de 4 millones de personas a construir, rehabilitar o conservar sus viviendas desde 1976. Hábitat también promueve políticas para mejorar elacceso a una vivienda adecuada y asequible. Además apoya una variedad de modelos de financiamiento para que las familias con recursos limitados puedan mejorar sus viviendas según sus posibilidades económicas y de tiempo. Hábitat es una organización cristiana no gubernamental dedicada a la vivienda adecuada, que trabaja en más de 70 países e invita a personas de todas las etnias, las nacionalidades y las religiones a aliarse a su misión