Sector vivienda 2020
Sector vivienda debe apostar por construcciones sostenibles
El Posgrado de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica (UCR) presentó la investigación Balance y tendencias del sector vivienda 2020, llevada a cabo por un equipo de investigadores con el apoyo de Hábitat para la Humanidad Internacional, la colaboración del Programa Estado de la Nación, y bajo el auspicio de CRDC Global, Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, Armabloque, SOMABACU, Grupo Buen Hogar y SYNSA.
La investigación tiene como objetivo el aportar un análisis de los aspectos más relevantes del entorno económico y de los principales indicadores relacionados al sector vivienda y asentamientos humanos en Costa Rica, con un enfoque especial en la influencia de la pandemia sanitaria y casos de éxito en construcción sostenible.
“La investigación es un balance fundamentado que recorre las principales tendencias del contexto nacional y del sector vivienda y asentamientos humanos del 2020. Año de contracción profunda de la producción, del empleo, de los ingresos de los hogares y de deterioro muy marcado del balance fiscal, sin intervenciones robustas del gasto público salvo para la atención directa a la pandemia, de gigantescas presiones para la convivencia de la mayor parte de la población en las viviendas y fuera de ellas. En fin, un año extraordinariamente nublado e incierto”, asegura Miguel Gutiérrez, uno de los investigadores del documento.
En cuanto a la situación de vivienda en Costa Rica, el déficit de vivienda cuantitativo y cualitativo no se incrementó durante el 2020. Sobre el impacto de la crisis sanitaria y económica actual, la investigación asegura que estas pusieron en evidencia la necesidad de repensar los esquemas productivos actuales y su impacto en el medio ambiente. Hoy, cualquier actividad no solo debe pensar en su viabilidad económica, sino en el cuidado del medio ambiente y el bienestar de las personas como los ejes centrales del diseño y desarrollo de cualquier proyecto.
La investigación incluye un análisis de tres experiencias exitosas en construcción sostenible, relacionadas con la utilización de madera certificada, bloques de concreto con un porcentaje de plásticos de desechos y bloques elaborados totalmente con plásticos de desechos.
Uno de los casos de éxito es el Proyecto Valle Azul, ubicado en La Guácima de Alajuela. El proyecto impulsado por Hábitat para la Humanidad Internacional está compuesto por 51 módulos bifamiliares que fueron construidos con EcoBlocks, que se caracterizan por ser bloques de concreto que contienen hasta un 10 % de plástico trágico. Esto se traduce a una reutilización de un total de 90 toneladas de plástico no valorizable en la construcción.
“Tenemos la certeza de que una vivienda digna y segura juega un papel fundamental en comunidades estables y resilientes. Junto a nuestros aliados, impulsamos el proyecto Valle Azul con el que demostramos que se puede disminuir la huella ambiental en las intervenciones de vivienda social, por medio del uso de materiales sostenibles. Es necesario seguir disminuyendo el déficit de vivienda por medio de proyectos que cuiden el ambiente. Este es un caso de éxito que sirve de ejemplo para futuros intervenciones tanto en Costa Rica como en la región”.— Ernesto Castro, vicepresidente de área en Hábitat para la Humanidad Internacional en América Latina y el Caribe
Los sistemas estudiados presentan facilidades y un costo accesible para la adaptabilidad o remodelación de estructuras existentes, lo que las hace funcionales para atender el déficit cualitativo de vivienda.
“La construcción con madera y plástico reciclado tiene un amplio potencial para generar empleo y disminución de impacto ambiental por la baja producción de dióxido de carbono, siempre y cuando se pueda incentivar la industrialización de los materiales certificados a nivel local”, finaliza Franklin Solano, también investigador del documento.