Partnership for Action Conference
Juan Luis, un niño de 5 años, tuvo la fortaleza de pasar por tres cirugías y la pérdida de vista y movilidad a causa de un tumor cerebral. Hace un año y ocho meses, esa se tornó en su realidad y la de su familia.
Después de ser diagnosticado, su madre dejó de vender jugos en el mercado para dedicarse enteramente a la recuperación de su hijo. Así, dos de sus hermanos mayores mantienen el hogar con trabajos ocasionales. La vivienda de Juan Luis tiene dos habitaciones en obra gruesa. En una de ellas duermen él y su m amá, mientras que en la otra habitan sus cuatro hermanos (24, 17, 12 y 9 años). Cuentan con un baño en condiciones inadecuadas y una cocina al aire libre.
Hoy, la realidad de Juan Luis y su familia comienza a volcarse de nuevo, esta vez hacia una mejor condición de vida. La brigada de voluntarios internacionales del programa Global Village de Hábitat para la Humanidad llegó de Canadá a Santa Cruz de la Sierra, para apoyar a la campaña “Te Esperamos en Casa” y comenzar con la refacción del hogar.
Al conocer a Lucía, la madre de Juan Luis, los voluntarios quedaron impactados por el gran ejemplo de fortaleza que ella refleja. “Lucía tiene un corazón enorme e hizo un trabajo maravilloso educando a sus hijos. Ellos nos ayudan de una manera muy sincera,” dice Carmela Vert, una de las voluntarias canadienses, con una sonrisa invadiéndole el rostro.
Además, Adriana Vacaflores, Responsable de Voluntariado de Hábitat para la Humanidad Bolivia (HPHB), comenta que los voluntarios se encariñaron mucho con la familia lo que ayuda a que el trabajo en la construcción sea más motivador.
“Esta construcción es increíble, es un programa muy diferente para nosotros. Estamos construyendo un hogar para un niño, lo que significa que esto es inmediato y particular, es un trabajo muy satisfactorio. Es agradable poder sostener a un miembro del hogar de esta familia en tus brazos y caminar con ellos”, cuenta el voluntario Steve Boyd.